Personas mayores, niños, enfermos crónicos y personas que trabajan al aire libre son los más vulnerables
La Conselleria de Salud y Consumo, a través de la Dirección General de Salud Pública y Participación, recomienda a los ciudadanos prevención ante la llegada de las altas temperaturas. La población de riesgo, la más vulnerable a los efectos del calor, son las personas mayores (de más de 80 años o que vivan solas o estén enfermas), los niños, los enfermos crónicos y las personas que trabajan al aire libre.
En el año 2004 la Dirección General de Salud Pública implantó un sistema de vigilancia los meses de junio a septiembre con el objeto de contar con información permanente y actualizada de la situación para orientar de forma adecuada las estrategias preventivas de los efectos adversos asociados al calor. Entre otras cosas, se monitoriza el número de casos de golpe de calor, cuyo promedio es de 2-3 anuales. En el verano del 2020 se confirmó un caso asociado a la exposición en el ámbito laboral, el cual fue un éxitus.
Por ello, el Servicio de Prevención de la Enfermedad de la Dirección General de Salud Pública ha considerado preciso recordar que el golpe de calor es una situación que puede llegar a ser “grave”. Se da cuando la temperatura corporal llega a los 40 grados y el cuerpo no puede reducirla de forma eficaz, y normalmente es consecuencia de permanecer de forma prolongada en ambientes muy calurosos o de realizar una actividad física intensa cuando hace mucho calor.
Desde Salud Pública se ofrecen consejos para evitar el golpe de calor, sobre todo dirigidos a personas que se encuentran en situación de riesgo, como los bebés o las personas mayores. Las recomendaciones se refieren a hábitos dentro del hogar, como por ejemplo la alimentación y ventilación de los espacios, y también en la calle, como la práctica de deportes. Asimismo, dan indicaciones para reconocer el golpe de calor y pautas de actuación en caso de que se produzca.
¿Quién tiene más riesgo?
- personas mayores de 65 años (y más si viven solas y/o son dependientes)
- bebés y niños pequeños
- personas con enfermedades crónicas (cardiovasculares, respiratorias, diabetes, obesidad…) y/o con determinadas medicaciones (antidepresivos, diuréticos, antihipertensivos…)
- personas que trabajan en ambientes calurosos
- personas que practican ejercicio físico intenso en las horas de más calor
¿Cómo se reconoce?
- temperatura muy elevada
- piel enrojecida, caliente y seca
- pulso acelerado y respiración rápida
- calambres
- dolor de cabeza, náuseas y/o vómitos, somnolencia y sed intensa
- puede haber confusión, convulsiones y pérdida de conocimiento (que a veces es el primer síntoma en adultos mayores)
¿Cómo prevenirlo?
En casa
- Cierra las ventanas y baja las persianas o echa las cortinas cuando dé directamente el sol.
- Ventila la casa a primera y última hora del día.
- Procura estar en las habitaciones más frescas.
- Dúchate una o dos veces al día, o humedece la piel con toallas húmedas.
En la calle:
- Evita salir en las horas de más calor y mucho más aún realizar actividades físicas intensas (deportes, etc.). Realiza las compras, gestiones, visitas y ejercicio en las primeras y últimas horas del día.
- Si tienes que salir, intenta ir por la sombra; ponte sombrero y ropa amplia de tejidos ligeros (algodón, lino…) y de colores claros. Y llévate una botella de agua.
- No dejes nunca a nadie en un vehículo aparcado, ni siquiera con las ventanas abiertas. La temperatura dentro del vehículo puede elevarse más de 6-7 °C en 10 minutos.
Bebida y comida:
- Bebe líquidos en abundancia, aunque no tengas sed. La mejor bebida es el agua, a temperatura ambiente, no demasiado fría. Los zumos de fruta, la leche o sopas frías como el gazpacho nos ayudan a estar bien hidratados.
- Evita las bebidas alcohólicas (el alcohol deshidrata porque facilita la eliminación de agua por la orina y aumenta la sudoración); no abuses de bebidas excitantes (como café o té) o con mucho azúcar.
- Come más verduras y frutas, fraccionando las comidas a lo largo del día y en cantidades moderadas. Evita las comidas calientes, pesadas y copiosas.
Otras recomendaciones:
- Si tomas determinados medicamentos (para la tensión, el corazón, la depresión…) sigue las instrucciones de tu médico y conserva el medicamento siguiendo las instrucciones del envase.
- Procura que las personas mayores y los niños beban agua, sobre todo si están solos o enfermos.
- Si te encuentras mal por el calor, pide ayuda y llama al 061.
Si encuentras a alguien que esté mal por el calor, ayúdale:
- Ponle en un lugar fresco y a la sombra.
- Quítale el exceso de ropa, rocíale con agua fresca y abanícale.
- Llama al 061.