BSF
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en coordinación con las Policías Locales del archipiélago, detuvieron ayer a 12 personas, cinco en Eivissa, cinco en Mallorca y dos en Menorca, por desobediencia a agentes de la autoridad por incumplir las restricciones del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
La Policía Local de Ciutadella arrestó ayer por la tarde a un hombre de 43 años cuando paseaba por la calle. El ciudadano alegó que iba a comprar tabaco al estanco, pero estaba cerrado al ser domingo. Luego, aseguró que regresaba a su domicilio, pero minutos más tarde fue sorprendido caminando en sentido contrario a su casa. Los agentes le habían levantado tres actas administrativas anteriores por desobediencia, por lo que acabó detenido. Mientras, la Guardia Civil procedió a la detención de un hombre de 36 años en Sant Lluís por resistencia y desobediencia, ya que se hallaba ebrio y causó daños en la vivienda donde residía junto a sus compañeros.
En Mallorca, la Guardia Civil arrestó a un ciudadano de 35 años en Alcúdia por atentado a la autoridad y también se le denunció por desobediencia. El hombre estaba ebrio y amenazaba a sus vecinos con un cuchillo. Cuando llegó la patrulla, reaccionó de forma agresiva y se resistió. Por su parte, la Policía Local de Palma arrestó a tres personas, dos de ellas un hombre y una mujer compañeros de piso, que fueron identificados ayer tarde cuando transitaban juntos sin causa justificada por la calle Manacor. Los funcionarios policiales comprobaron que ambos habían sido denunciados por desobediencia en tres ocasiones. Poco después, los agentes detuvieron a otro hombre de 31 años por desobediencia grave por negarse a identificarse. El ciudadano explicó que estaba en la vía pública porque había ido a comprar a una frutería, pero los policías constataron que no era cierto.
Mientras, la Policía Nacional arrestó también ayer por la tarde a otro hombre de 32 años cuando paseaba por la arena en la playa del Portitxol. El ciudadano alegó que se le había escapado el perro, pero no llevaba ninguna correa y su domicilio se encontraba a tres kilómetros de allí. Además, había sido propuesto para sanción una vez.
En Eivissa, la Policía Local detuvo a una conductora de 38 años que había tenido un accidente de tráfico con un taxista y había huido. La mujer fue localizada al mediodía y se comprobó que había sido propuesta para sanción cinco veces. Por su parte, la Policía Nacional arrestó a otras cuatro personas en Eivissa, una de ellas una mujer de 42 años que permanecía en la puerta de una cafetería sin causa justificada. Había sido denunciada por desobediencia en dos ocasiones. Otros dos hombres de 42 y 50 años fueron detenidos ayer por no atender a las medidas del estado de alarma. Los agentes les habían levantado tres actas administrativas a cada uno. Por último, la Policía arrestó ayer tarde a un joven de 29 años, al que ya le constaba una detención anterior por desobediencia y había sido propuesto para sanción tres veces. El ciudadano deambulaba por la calle despreocupado sin motivo justificado.
Por otro lado, los agentes continúan hoy con los controles en puertos, aeropuertos y carreteras. La Guardia Civil ha vuelto a realizar hoy varios macro controles en el archipiélago. El aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma, registró ayer la llegada de 88 pasajeros, mientras que otros 180 salieron de Mallorca en los 14 vuelos que operaron, según los datos de la Guardia Civil. El aeródromo de Eivissa recibió 37 viajeros en tres vuelos de entrada y otros 46 abandonaron la isla en tres vuelos de salida. El aeropuerto de Menorca contabilizó a 11 personas que llegaron y otras 11 se marcharon de la isla en cuatro vuelos programados.
La vigesimotercera jornada de restricciones se desarrolla hoy sin incidencias en el archipiélago. La Delegación del Gobierno en Illes Balears agradece la colaboración de la ciudadanía durante estos días, pero advierte de que no podemos relajarnos en la lucha contra el coronavirus. Insiste en que el confinamiento es nuestra máxima protección frente a la pandemia, además de seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
