La presidenta de las Illes Balears, Francina Armengol, ha puesto hoy en valor las políticas del Govern relacionadas con la economía circular, en el marco de la sesión inaugural de las jornadas «Diálogo sobre el futuro de la economía circular», organizadas por la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia, que también ha contado con la participación de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y el alcalde de Palma, José Hila.
La jefa del ejecutivo ha recordado que desde hace seis años la sostenibilidad, la lucha contra el cambio climático y la reducción de la producción de residuos son ejes transversales de la gestión del Govern. En este sentido, ha destacado hitos como la Ley de cambio climático, que presenta un horizonte próximo de reducción de emisiones y fomento de las energías renovables; la Ley de residuos, que limita la utilización de plásticos desechables y hace especial mención a la circularidad, u otras políticas como la creación del impuesto del turismo sostenible, que «revierte en el territorio y contribuye a redistribuir los beneficios del turismo», o las ayudas a empresas y entidades para llevar a cabo proyectos basados en la circularidad.
Los fondos europeos: una oportunidad
Armengol ha destacado también que los fondos europeos suponen una oportunidad «histórica» para avanzar «rápidamente hacia las Islas que queremos y que seremos: más justas y con una economía más fuerte, diversa y respetuosa». Para demostrarlo, ha resaltado algunos de los proyectos que se podrán impulsar con estos fondos. Muchos de ellos, como la que será la primera planta de producción de hidrógeno verde, en Lloseta, son proyectos ya en marcha que serán una realidad en un futuro próximo. Otro ejemplo es el de proyectos relacionados con el agua, como el que aprovecha agua depurada para regar y evita así la sobreexplotación de los acuíferos.
La presidenta también ha recordado que prácticamente la totalidad de los fondos que se destinarán a proyectos relacionados con el turismo son de fomento de la circularidad, para que el sector «minimice la producción de residuos, consuma local y se autoabastezca con energías renovables». Finalmente, ha recordado otros proyectos como el de regeneración de energía eléctrica a partir del proceso de desalinización, la producción de biogás a partir de residuos biodegradables o la revalorización y el aprovechamiento de productos agrícolas y ganaderos.
Armengol ha recordado que las Illes Balears son un territorio «especialmente frágil» y que la circularidad «es imprescindible en una tierra en que nos cuesta más abastecernos y en que tenemos que tratar todos los residuos que generamos». Para acabar, ha indicado que es necesario trabajar para proyectar un futuro «en que nuestros sistemas de producción y consumo se basen en la colaboración, el respeto por el entorno y la justicia social».