El mandatario manacorí también se refirió al proyecto de agua potable que beneficiará a los 30 mil residentes del municipio.
Baleares Sin Fronteras: Han pasado casi dos años desde la última visita al Ayuntamiento de Manacor, e incluso con una pandemia de por medio. ¿Qué novedades ha habido en este tiempo?
Miquel Oliver: Las necesidades de la gente han ido cambiando, también porque ha cambiado la economía, la relación entre las personas, y desde el Ayuntamiento lo hemos podido comprobar.
Creo que hemos hecho una buena gestión de la pandemia, tanto en las consecuencias directas como indirectas, y eso la gente lo ha podido ver y valorar.
BSF: Se han puesto varias iniciativas en marcha para la dinamización del comercio local. ¿En qué ha consistido?
M.O.: Fuimos uno de los primeros ayuntamientos que puso en marcha una iniciativa de bonos de consumo, y además, lo hicimos en el momento vital de toda la situación económica. Una vez finalizada la primera fase de la pandemia, todo el mundo estuvo muy pendiente de su entorno más inmediato y hubo una paralización de la actividad económica.
Una vez se pusieron en marcha estos bonos, pudimos darnos cuenta que estos vales servían, sobre todo, para llenar despensas de los domicilios, y como fue justo antes de la campaña de navidad, también sirvió para los juguetes de los niños. Nos sentimos orgullosos porque entre el 30 y el 40% de las compras que se hicieron con los vales se llevaron a cabo en sitios donde se vendía fruta fresca y víveres esenciales.
BSF: ¿Cómo es la situación del desempleo en el municipio?
M.O.: Pasado todo este tiempo, es verdad que la Renta Social Garantizada y diferentes ayudas que se han puesto en marcha, han reportado una cierta normalidad.
Hay que recordar que cuando se decretó la pandemia empezaba la temporada turística y se activaban los contratos de fijos discontinuos, y no pudieron. Donde más nos dimos cuenta fue en el municipio de Manacor y en el núcleo de s’Illot. Fue ahí donde se organizaron los primeros lugares en los que se repartía comida. Y hay que agradecer la labor de la ayuda vecinal, que ahí donde no pudieron llegar las instituciones lo hicieron los vecinos.
El segundo lugar donde más afectó fue Porto Cristo y Calas de Mallorca con unas 9.000 plazas hoteleras.
BSF: ¿Qué opinión personal le merece la gestión del Govern balear durante la pandemia?
M.O: La pandemia del Covid-19 ha sacado a relucir las vergüenzas de la Administración. Vengo de la empresa privada, y ahí se tienen unos fondos, unos ingresos y una gestión de personal. Y la administración pública en general ha demostrado la difícil capacidad de adaptación al medio.
Existen reglas demasiado rígidas que tiene la Administración que no ha permitido la flexibilidad a la norma.
BSF: Cuando habla de normas rígidas, ¿a qué se refiere?
M.O.: Me refiero a, por ejemplo, lo que venimos reclamando los ayuntamientos hace tiempo, como es la posibilidad de contratar a personas y tener la autonomía de decidir en qué se gastan los recursos.
BSF: ¿Qué nos puede contar del proyecto de agua potable?
M.O: Visto desde afuera en el año 2022 hablar sobre agua potable en Manacor es casi surrealista, pero es la realidad. Podemos decir que la contaminación por nitratos de acuíferos de la zona ha provocado que en la factura de los residentes de Manacor nos viésemos obligados a advertir que el agua que se distribuía no era potable. No apta para consumo humano, es decir para ducharse y otros menesteres.
El agua potable fue una de nuestras prioridades electorales. Dentro de unas semanas tendremos agua potable en un barrio de Manacor, cerca del depósito. Suena a ciencia ficción o a chiste. Esto ha supuesto un enorme esfuerzo económico. Ahora mismo tenemos una potabilizadora conectada con capacidad para dar agua potable a un barrio del municipio. Tenemos previsto la puesta en marcha de una potabilizadora en todo el núcleo de Manacor para más de 30 mil personas residentes.
BSF: No podemos irnos sin preguntarle por la iniciativa pública para que el aeropuerto de Mallorca cambie de nombre a Rafael Nadal. ¿Qué opina?
M.O: Siento admiración y respeto por la figura de Rafael Nadal. Cabe recordar que el ayuntamiento en el año 2011 le entregó la máxima distinción que se le puede dar a alguien en vida. Ahora bien, de aquí en adelante cualquier cosa que hagamos para rendirle homenaje corremos el riesgo de que le quede pequeño.
En mi opinión sobre el cambio de denominación le digo que el nombre no cambia nada. Independientemente del nombre que lleve el aeropuerto lo que más me gustaría sería que fuese gestionado desde aquí, con visión propia desde Mallorca y capacidad de decidir qué mercados abrimos, en qué condiciones operan los vuelos. Reitero, independiente del nombre que lleve, la modificación es bienvenida. Desde el ayuntamieto le haremos algún tipo de reconocimiento siempre supeditado a su apretada agenda.
BSF: ¿Siendo Manacor un municipio grande de la Isla se ha notado algún cambio de población inmigrante en los padrones municipales?
M.O: Hemos percibido cierta estabilidad, curiosamente hubo un repunte de nuevos empadronamientos a comienzos del 2021. Esto no significa que haya habido más llegada sino más regularizaciones posiblemente por haber estado empadronados en otros lugares.
