El desafío independentista que se viene viviendo en Cataluña desde hace bastantes años no es compartido por una inmensa mayoría de la sociedad española ni por antiguas provincias españolas de ultramar.
Con el auge del independentismo en Cataluña y País Vasco, y en menor medida en otras regiones: Comunidad Valenciana, Islas Baleares, etc, también ha ‘conseguido’ que conceptos como el de hispanidad o hispanismo hayan cobrado también fuerza.
Empecemos por el año 2012. Artur Mas, el entonces presidente de la Comunidad Autónoma de Cataluña, comentó que su aspiración era ser como Puerto Rico, es decir, un Estado Libre Asociado a España. Lo que no debía entender es que esa denominación para la isla caribeña esconde el ser una colonia de Estados Unidos.
La única similitud hasta el momento es la bandera adoptada por algunos en Cataluña para reivindicar la independencia, la estelada, que en la versión más mayoritaria se compone de un triángulo con estrella en la parte izquierda, y seguida de la enseña actual de la Comunidad Autónoma, las cuatro barras rojas sobre fondo amarillo (heredada de la Corona de Aragón).
La bandera puertorriqueña consta de tres franjas rojas y dos blancas alternadas. Ese símbolo del triángulo, adoptado por los independentistas catalanes, quiere significar la independencia, para buscar la “misma condición” que la de los puertorriqueños. Ahora bien, Puerto Rico nunca se quiso independizar de España; fue “cedida”, como botín de guerra, a Estados Unidos debido a la invasión de éstos en la isla.
Otra similitud. Por odio, diferencias culturales, conflictos lingüísticos, ¿les suena? Son argumentos, aunque no explícitos, utilizados por Estados Unidos para discriminar a los puertorriqueños, y también para mantener a la isla en el limbo territorial por más de 120 años. Estas razones son las empleadas por el sector independentista catalán más radical en busca de la tan ansiada independencia.
Hasta ahora, Puerto Rico, como territorio que tiene derecho a la autodeterminación, ha realizado diferentes referéndums donde las únicas opciones han sido: convertirse en un Estado de Estados Unidos, lograr la independencia, continuar con el modelo actual y la libre asociación.
Cataluña es una Comunidad Autónoma y Puerto Rico es tan solo un territorio no asociado que depende directamente del Congreso de Estados Unidos.
¿Qué quiere decir esto? Mientras que una Comunidad Autónoma tiene más prerrogativas, libertades, más injerencia en los asuntos propios, un Estado federal no tiene posibilidad de negociación.
Como comentaba al principio. El procés independentista ha hecho que la sociedad española resurja y busque esa unión y la recuperación de lo más básico: la cultura y la tradición. Algo que ha empezó tiempo atrás una tierra hermana, Puerto Rico.
En la Isla en los últimos 10 años se han empezado a organizar grupos de puertorriqueños con un fin: volver a casa tras más más de un siglo de crisis política, económica y social.
“Sin embargo, en sus cartas, Mason insistió en que el folclor puertorriqueño era “casi por completo de origen español […] las narraciones más populares de la Isla eran los cuentos de Juan Bobo, de los cuales Mason publicó unos 70 ejemplares. Juan Bobo era una versión local de los personales picarescos peninsulares Juan Tonto y Pedro de Urdemalas. Del mismo modo las canciones de cuna y adivinanzas eran prácticamente las mismas en Puerto Rico, España, y otros países hispanoamericanos […] Para Mason y Espinosa, la cultura tradicional del campesinado puertorriqueño era básicamente un trasplante español. Dado que Puerto Rico había estado en contacto continuo con la “Madre Patria” por más de cuatro siglos -más que cualquier otro país latinoamericano excepto Cuba-, el legado español se había conservado mas puramente que en otros lugares del Nuevo Mundo”. (Duany, Jorge. (2009). Cómo representar a los nuevos sujetos colonizados: John Alden Mason y los comienzos de la antropología estadounidense en Puerto Rico. La Torre. Revista de la Universidad de Puerto Rico. Volumen XIV (53-54), 6-7)
La anterior cita se resume en una palabra: tradiciones.
Ese es el principal argumento que utiliza el reunificacionismo puertorriqueño; recuperar las costumbres y tradiciones puertorriqueñas, que en esencia son españolas, frente una americanización forzosa por parte de Estados Unidos desde la invasión de 1898.
Asociaciones como Adelante Reunificacionistas y Autonomía para Puerto Rico son un ejemplo de este movimiento, que ha contagiado el espíritu de rescate de la hispanidad.
En España, el reunificacionismo se ha visto reflejado en la ‘Asociación Española por la Reunificación de Puerto Rico con España – Reunificacionistas’.
¿Conseguirá el reunificacionismo su propósito?
A pesar del cerco mediático, el reunificacionismo en Puerto Rico ha obtenido avances importantes, tanto en presencia en medios digitales como en medios tradicionales.
Habrá que ver si dicho movimiento sigue el curso que está tomando la sociedad española frente al independentismo.