El Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Son Llàtzer ha puesto en marcha un proyecto que integra la música dentro del proceso rehabilitador. El objetivo principal es mejorar el control del dolor durante el tratamiento de fisioterapia y terapia ocupacional por medio de la música. Este proyecto se desarrolla dentro de los gimnasios de rehabilitación del Hospital Universitario Son Llàtzer y del Hospital Joan March.
Dentro de la humanización en la asistencia sanitaria se encuentran proyectos musicales para favorecer la relajación y el control del dolor de los pacientes en sus procesos. La influencia de la música traslada al paciente a un entorno beneficioso y más amigable, para controlar y combatir las situaciones de estrés surgidas en el proceso de mejora de la salud.
Petra Vidal, supervisora de fisioterapeutas del Servicio de Rehabilitación, manifiesta que «en el caso de los servicios de rehabilitación, los pacientes tienen que venir múltiples sesiones y pensamos que los beneficios de la música pueden reducir la ansiedad, controlar la tensión arterial y el dolor, a la vez que nos ayuda también a los profesionales sanitarios a conseguir el objetivo de rehabilitación y recuperación final. Este es un proyecto piloto, que durará los meses de julio y agosto, con una frecuencia adaptable de dos días semanales»
Los procesos de rehabilitación implican en muchas ocasiones largos periodos de visitas y sesiones terapéuticas en el hospital. Se trabaja con la discapacidad, ya sea temporal o permanente, y lleva un trabajo emocional añadido del equipo multidisciplinario y especialmente del paciente y de su familia.
Petra Vidal concluye que «proyectos como este son un soplo de aire fresco dentro del día a día de la tarea asistencial del Servicio. Por experiencia propia, proyectos con una línea parecida al proyecto ‘Supera’t’, que se ha puesto en marcha en nuestro servicio, están teniendo mucho éxito en la motivación tanto del personal sanitario como de nuestros pacientes».
Con este proyecto se pretende que el programa rehabilitador pueda ejecutarse mejor gracias a los beneficios que aporta la música; no tan solo la que aportan los músicos voluntarios de la fundación Vidal Nàcher, sino también la que son capaces de hacer los pacientes para acompañar con instrumentos de percusión y accesorios musicales las diferentes canciones que se interpretan. De esta manera se estimula la participación de los pacientes contribuyendo positivamente en su recuperación y control del dolor. Además los pacientes toman conciencia de que con la música todo el esfuerzo es más fácil.
