En época estival, y desde agentes de la Policía Nacional del grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos, se quiere advertir del considerable aumento de denuncias recibidas en este último mes por estafas relacionadas con el alquiler de viviendas y villas vacacionales a lo largo de toda la isla.
El modus operandi principal utilizado por este tipo de estafadores consiste básicamente en publicitarse en redes sociales conocidas, siempre fuera de las plataformas oficiales, generalmente utilizando números de teléfonos con prefijos extranjeros y mostrando imágenes de viviendas vacacionales muy atractivas a un precio muy competitivo.
En la mayor parte de los casos, y con la única intención de transmitir confianza y garantía a los potenciales huéspedes, suelen aportar la fotografía de un DNI falso o usurpado a una tercera persona, junto con un contrato de alquiler muy sencillo. Posteriormente, bajo el falso argumento de que el inmueble está muy solicitado, exigen el pago de una cantidad en concepto de reserva. Así, una vez recibido el pago, suelen argumentar distintas excusas a las víctimas para entregarles las llaves, llegando incluso a dejar de responder a las mismas, bloqueándolas de las aplicaciones de mensajería.
Medidas de seguridad
Las principales medidas de seguridad que se recomienda adoptar para evitar ser víctima de este tipo de estafa son las siguientes: primero, se debe acudir siempre a buscar alojamientos en las aplicaciones o páginas web oficiales de las plataformas de alquiler vacacional. En este sentido, hay que tener cuidado con enlaces incluidos en correos electrónicos de los que no conozcamos su procedencia, pues muchos de estos estafadores utilizan páginas web fraudulentas en las que imitan el diseño de las plataformas oficiales.
Asimismo, cuando se vaya a proceder a la comunicación con el propietario de los inmuebles y al pago de la estancia propiamente dicha, deben emplearse siempre los sistemas de mensajería contenidos dentro de las aplicaciones o webs oficiales, desconfiando siempre que nuestro interlocutor trate de desviar la comunicación a otra aplicación de mensajería o sugiera realizar el pago utilizando una vía distinta a la contenida dentro de la aplicación.
Del mismo modo, debe evitarse el envío de documentación personal por aplicaciones distintas a las oficiales, ya que estos estafadores se retroalimentan de las documentaciones recibidas para seguir cometiendo sus fechorías. Otra opción sería utilizar una marca de agua con la palabra “COPIA” sobre nuestros documentos de identidad a la hora de ser remitidos.
Además, y no menos importante, se debe desconfiar de las ofertas que combinan precios excesivamente bajos con imágenes de alojamientos muy atractivos, del mismo modo que hay que estar alerta ante posibles incoherencias por parte del anfitrión del inmueble, ya que estos estafadores suelen operar desde el extranjero, intentando presionar a los huéspedes para que paguen su reserva con celeridad, utilizando para ello teléfonos con prefijos pertenecientes a países extranjeros.
Finalmente, y si pese a todo lo anterior, el estafador logra alcanzar su objetivo, la víctima deberá denunciar cuanto antes ante la Policía, aportando para ello la mayor cantidad de material probatorio posible, tales como contratos firmados, anuncios de los supuestos alojamientos, números de teléfonos empleados, extractos de transferencias bancarias realizadas y capturas de pantallas con las conversaciones mantenidas.