Por OCU
¿Qué significa que el agua del grifo es dura?
Se considera que el agua es dura cuando contiene gran cantidad de sales de calcio y magnesio capaces de depositarse en las tuberías en forma de incrustaciones de cal, lo que provoca menor eficacia de los detergentes, daños en electrodomésticos como la lavadora, el lavavajillas o la plancha y alteración del sabor del agua. Todo ello hace que el agua pierda calidad.
¿Qué daños provoca la cal del agua?
La cal causa daños en enseres, tuberías y electrodomésticos. El agua caliente, además, agrava las cosas. Sobre la resistencia de aparatos como el lavavajillas, la cafetera, la plancha… es fácil ver incrustaciones de cal, que corroen el circuito interno y reducen la eficiencia de estos aparatos. Por ejemplo, se estima que disminuye la eficiencia de los calentadores de agua alrededor de un 10 % por cada milímetro de cal acumulada.
La cal también disminuye la eficacia del detergente. Los carbonatos de calcio y magnesio interfieren con los surfactantes, reduciendo su eficacia y obligan al usuario a usar más cantidad de detergente. De hecho, muchos limpiabaños anuncian a bombo y platillo su efecto antical.
En el caso de detergentes de ropa, afecta, además, al acabado porque los textiles quedan más ásperos y duros. Por eso, es importante leer la etiqueta de los detergentes para usar la dosis adecuada según la dureza del agua.
En el caso del detergente para lavavajillas puede que notes defectos en el acabado de la vajilla, como moteado en las piezas cristal, y que tengas que añadir antical al aparato con mayor frecuencia, aunque hayas usado un formato Todo en 1.
Cómo saber si el agua de tu casa es dura
- La única manera de confirmar la dureza del agua del grifo es mediante un análisis en un laboratorio. Desconfía de las visitas de comerciales que quieren venderte sistemas de filtración domésticos, hacen “comprobaciones in situ” y convierten la muestra de agua de tu casa en una disolución negruzca para tratar de convencerte de la necesidad de instalar un aparato que, según ellos, mejorará la calidad del agua. No te dejes engañar, este tipo de efecto visual puede lograrse con ingredientes naturales e inocuos como el cloruro sódico (sal común) y no demuestra la existencia de ningún problema.
- Lo más fácil es buscar en la página web de la empresa encargada del suministro de agua o en el ayuntamiento (Información municipal sobre el agua) para encontrar los análisis más recientes. En muchas páginas encontrarás apartados sobre los controles de calidad donde podrás descargar los últimos boletines. Busca en los análisis completos el parámetro dureza (las pruebas rutinarias solo incluyen parámetros básicos, entre los que no suele incluirse la dureza por ser solo indicador de calidad). La dureza del agua suele indicarse en grados franceses (ºf) o carbonato de sodio CaCO3 (en mg/l). Si quieres hacer la conversión, recuerda que 1ºf equivale a 10 mg/l de CaCO3.
- En caso de no encontrar esta información, la puedes solicitar directamente a la empresa o al ayuntamiento, y si, aun así, no consigues el dato, puedes pedir un análisis particular a un laboratorio acreditado para análisis de agua de consumo. No es muy caro (rondará los 20 €). Para ver la lista de laboratorios acreditados entra en la página web de la Entidad Nacional de Acreditación ENAC.
En general, la llamada agua dura incluye un conjunto de sales de calcio y magnesio, pero el agua también puede contener otras sales minerales, como el cloruro sódico (sal), sulfatos, nitratos y demás, que ocasionen problemas. No tiene por qué coincidir la presencia de sales en el suelo de una zona con la del agua que allí se consume, pues el agua puede captarse en zonas alejadas o mezclarse con aguas de procedencia diferente (desalinizadoras, acuíferos o embalses que se recargan en puntos lejanos…).
¿A partir de qué dureza se deben tomar medidas?
Si la dureza del agua de tu casa supera los 30 ºf (=300 mg/l CaCO3) el agua es dura. A partir de este valor pueden surgir problemas más o menos importantes según otros parámetros como la temperatura, el pH, etc.
No existe una escala universal de dureza del agua, OCU clasifica el agua de consumo humano en sus estudios según la siguiente tabla de dureza del agua:
- Blanda inferior a 12 ºf
- Medianamente dura 12-30 ºf
- Dura 30-40 ºf
- Muy dura superior a 40 ºf
En España hay muchos municipios con aguas duras e incluso muy duras, como es el caso, por ejemplo, de Valencia, Teruel o Zaragoza (según datos recogidos en boletines analíticos publicados en las webs municipales en 2022).
El que un agua sea “blanda” no significa que no tenga minerales: en ciudades como Santa Cruz de Tenerife, la conductividad (cantidad de minerales totales) es alta, aunque el agua es blanda. Esto sucede porque las sales disueltas no son de calcio y magnesio, sino de sodio. La razón es que el agua puede proceder de acuíferos sobreexplotados y que han sido invadidos por agua del mar, que es salada.
Cómo solucionar el problema de la cal en casa
Cuando el agua es dura, existen varias opciones para intentar paliar el problema, desde el uso de filtros hasta los clásicos descalcificadores y los desincrustadores.
Descalcificadores
Buscan retirar específicamente las sales de cal del agua. Su principal ventaja es que son eficaces, pero tienen inconvenientes: consumen agua y electricidad, su instalación es compleja y resultan caros. Si te decides a instalar un descalcificador, sigue estos consejos:
- Ajusta la capacidad del descalcificador a tus necesidades reales. Cuanto más pequeño sea, mejor. Así consumirá menos electricidad, menos agua y menos sal. No solo gastará menos dinero, también generará un menor impacto sobre el medio ambiente.
- No es necesario instalar el descalcificador en la acometida general del agua de tu casa, estará mejor instalado junto a la acometida del agua caliente. De ese modo el aparato no tiene por qué ser demasiado grande. Además, los depósitos de cal en las tuberías frías son mucho menores.
Desincrustadores de cal
Los desincrustadores actúan como inhibidores de los depósitos de cal que, en vez de retirar las sales de cal del agua, evitan que cristalicen, se depositen y dañen los electrodomésticos. Eso es en teoría, porque en la práctica los resultados dependen mucho del aparato concreto, según demuestran nuestro estudio sobre desincrustadores de cal.
Filtros de agua y sistemas purificadores
- Los sistemas purificadores de agua, sean jarras filtrantes o dispositivos filtrantes que se instalan en el grifo, pueden eliminar la cal, pero no todos los modelos resultan igualmente eficaces. Las jarras que funcionan con carbón activado retienen contaminantes, como disolventes, pesticidas y restos de medicamentos, pero no son específicos para eliminar cal. En cambio, las jarras o filtros con resinas de intercambio iónico sí actúan contra la dureza, aunque no todos los modelos funcionan bien, a veces eliminan prácticamente todos los minerales y eso tampoco es bueno. La ausencia total de sales hace que el agua sea muy agresiva con los dispositivos; es un agua que tiende a arrastrar minerales de los conductos y los hace envejecer antes de tiempo.
- Los filtros de ósmosis inversa tienen una membrana que retiene sustancias indeseables por diferencia de presión, pero si el agua es muy dura, puede acabar dañando la membrana. Muchos fabricantes recomiendan tratar el agua con un descalcificador como paso previo cuando el agua a tratar es dura. Así que los filtros de ósmosis inversa no sirven para ablandar el agua.
¿El agua con cal es apta para consumo humano?
Sí, es apta; de hecho, no existe un límite legal que obligue a las empresas suministradoras a corregir los valores excesivos de cal en el agua.
La cal se considera solo un indicador de calidad, y por supuesto, se puede beber. Hasta el momento ningún estudio científico ha relacionado beber agua dura con consecuencias sobre la salud. Otra cosa es que el agua dura tenga un sabor raro: la cal tiene un sabor característico, un regusto metálico, a veces, salado, que puede generar rechazo
¿Se puede beber el agua del grifo en España?
¡Claro que sí! El agua en España está lo suficientemente controlada y es segura y adecuada para toda la familia. Pero la calidad del agua del grifo varía notablemente en las distintas regiones españolas y en algunas zonas, aunque es apta para el consumo, presenta una excesiva dureza que puede resultar desagradable para el consumo en boca.
Que el agua sepa raro, por otro lado, no implica necesariamente que el agua sea dura. Hay otros factores que pueden ser responsables de las alteraciones del sabor (exceso de cloruros-sal, exceso de desinfectante, presencia de sustancias liberadas por algas en embalses…).