Otro de los invitados al foro sobre las reformas a la Ley de Extranjeria, Gonzalo Calleja, jefe de la Unidad de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) expuso los operativos que se adelantan contra las mafias que se dedican a la trata de seres humanos y a la explotación laboral. Actualmente, dijo, “más del 50% de los recursos se nos va en los acuerdos de devolución de las personas que llegan a Baleares en pateras, eso unido al favorecimiento de la inmigración ilegal de grupos criminales que operan al norte de África que se dedican a traer a 30 personas en embarcaciones precarias diseñadas para cuatro o cinco personas, exponiéndolos al peligro que esto supone”.
Sin embargo, los operativos que más se han intensificado en este último tiempo están centrados a la desarticulación de mafias de proxenetas que se dedican a traer desde Colombia y Venezuela mujeres para luego explotarlas sexualmente. Lo que ha llamado la atención a los investigadores, según el relato del inspector Calleja, es la disminución del índice delictivo de mafias de explotación sexual procedentes de África, especialmente de Nigeria.
Antes las mujeres eran obligadas a viajar y ser explotadas bajo las amenazas del vudú, no obstante, luego de la intervención del gobierno nigeriano desvirtuando estas creencias y falsos rituales, el tránsito a España de este tipo de organizaciones criminales ha decrecido.
Todo lo contrario ocurre con Colombia y Venezuela, ciudadanos que no necesitan visado Schengen para entrar a España. Y es que en la práctica de acuerdo a los operativos policiales a centros de trabajo y en pisos o clubes donde se ejerce la prostitución se ha detectado un notable incremento de mujeres de Colombia y Venezuela que están siendo explotadas por mafias.
El protocolo a seguir es una entrevista con las víctimas de este delito y si es posible abrirles la posibilidad de regularizarlas en España en el caso de que denuncien y demuestren la situación de indefensión a las que están sometidas de acuerdo a lo que establece la Ley de Extranjería.
Incluso, el inspector Calleja fue más allá: “No se necesita ser víctima de trata de seres humanos o favorecimiento de inmigración irregular. Quienes nos colaboren con información para desarticular estas organizaciones criminales se les puede otorgar un permiso de trabajo y residencia en este país”.
A tenor de lo dicho, el año pasado gracias a la colaboración de la ciudadanía se desarticularon 30 organizaciones dedicadas a la trata de personas originarias en su gran mayoría de Colombia y Venezuela.
En la exposición, el inspector de la UCRIF resaltó la figura del testigo protegido: “la gente no debe sentir temor, les garantizamos la declaración anónima, nadie será identificado, todo se hace con el protocolo de la reserva de la identidad y con el máximo de las garantías de protección”:
Finalmente, el alto mando policial dejó un dato sobre la explotación laboral y la precariedad y condiciones infrahumanas en la que trabajan personas sin papeles. Citó el ejemplo la última tendencia que han notado desde la UCRIF de ciudadanos marroquís que traen a las islas a paisanos suyos para hacerlos a trabajar en la construcción con “salarios ridículos”.