Es uno de los líderes marroquís, presidente de Al-Maghreb y a la vez portavoz de la Plataforma por la Inmigración. En su alocución reprochó la ineficacia de la administración por la lentitud para resolver los expedientes.
“No podemos cerrar los ojos ante esta compleja realidad”. Con esto, agregó que con esto se sigue fomentando la economía sumergida y de rebote la explotación laboral.
Ante esta coyuntura de no poder tener papeles, los bancos cierran las cuentas bancarías, los ayuntamientos no expiden los certificados para descuentos de viajes, se impide la libre circulación por la lentitud de las autorizaciones de regreso para quienes están renovando sus papeles. En definitiva, este colapso de la oficina de extranjería vulnera los derechos fundamentales de las personas.
El otro portavoz de la Plataforma por la Inmigración, Farouk Pino, también presidente de la Asociación BOCES de Bolivia, expuso lo que ocurre en el día a día con los inmigrantes que no tienen papeles. “Conozco personas que llevan seis o siete años viviendo en este país y no tienen papeles.
Una amiga de Nicaragua hasta ahora puso sacar sus papeles luego de sufrir explotación laboral de sus jefes, y por si fuera poco, la chantajeaban con denunciarla por su situación irregular en este país”.
Además, reprochó el funcionamiento de la cita previa Plataforma Mercurio que está diseñada para los gestores, graduados sociales y abogados.
“Los verdaderos afectados no pueden realizar los trámites por ellos mismos.
Si quieres hacer una cita te obligan a ir a un profesional, pero no todo el mundo tiene para pagar un abogado”.
Para Farouk, resulta inadmisible que en pleno siglo XXI habiendo más tecnología la precariedad aumente. “La gente se quiere regularizar para cotizar a la Seguridad Social y pagar sus impuestos, pero es la propia administración por su ineficacia la que no permite que estas personas normalicen su vida”.
El representante sudamericano denunció que ya se han reunido varias veces con diferentes delegados de gobierno y no les han dado ningún tipo de solución.
“La última vez desde la propia delegación nos dijeron que saliéramos a la calle a protestar, esto es una vergüenza”, manifestó.
