Propiamente no hablamos del guión de la película que batió récords de taquilla, cuyos protagonistas eran el afamado Robert Redford y la atractiva, Demi Moore. Pues no, hablamos de la vida real. De una iniciativa, a mi juicio, “indecente” que se presentaba al Parlament balear el martes 26 de noviembre, un poco antes de que este periódico circulara.
El grupo político que representa a VOX en el Parlament balear presentaba una Propuesta No de Ley (PNL) que consistía en pedir al Ministerio del Interior los datos de delincuencia y condenas por nacionalidad y estatus de residencia en España.
El diputado Sergio Rodríguez en su intervención comentaba que “el año pasado asesinaron a 47 mujeres y el 40 por ciento de los agresores eran extranjeros. En Baleares ha habido un incremento notable de la delincuencia: 13 por ciento en delitos contra la libertad sexual, 46 por ciento de violación con penetración y un 28 por ciento asesinatos”, remataba Rodríguez que las Islas es la comunidad en la que crece más el número de inmigrantes. Esta propuesta como era de esperarse fue desaprobada por el resto de formaciones políticas del Parlament balear.
Entre líneas se puede interpretar perfectamente que con esta regla de tres deducimos que a mayor número de inmigrantes los delitos suben como la espuma.
En vísperas a las elecciones autonómicas y municipales cuando entrevisté a Jorge Campos y al general Fulgencio Coll en la redacción de Baleares Sin Fronteras en ejercicio de la pluralidad de este medio de comunicación, tal y como lo hemos defendido siempre, les manifesté mi punto de vista respecto a las hipótesis totalmente equivocadas de este partido político respecto a la inmigración.
Y es que, siguiendo las directrices del debate y el desmontaje de algunos argumentos con la Ley en la mano que se explican sobre la inmigración, me planteo seriamente organizar unos foros jurídicos con los mejores abogados penalistas y de extranjería para debatir sobre estos asuntos que actualmente son objeto de controversia y están en el ojo del huracán para sacar réditos políticos.
La actual tendencia es ir por las redes insultándose unos a otros. A trata de “fascista” a B y B le responde “comunista”. En eso se han convertido las redes sociales, en fachas o progres. Insulto viene, insulto va.
Respecto a las corrientes que se dicen ser defensoras de los derechos humanos y van en contra de los discursos xenófobos aborreciendo los mensajes de odio, también les recomendaría en el nombre de algún sector del colectivo- no los represento a todos- pero sí que esta vez me atrevo a decir que hay una gran cantidad de gente inconforme por la ausencia de políticas de integración social en estos años en los que ha gobernado el Pacto de Izquierdas en el Govern balear. Y es muy sencillo de explicar.
No me proclamo vocero de nadie, ni nunca lo he hecho; pero en la actual coyuntura existe una plataforma de la inmigración que no se siente representada por nadie y evidencia la ausencia de políticos locales, que aunque no tengan competencias estatales en Madrid, sí que sería ideal que se empaparan, se preocuparan, se mojaran de la problemática social que existe en este momento con los colectivos foráneos, como por ejemplo, la gran cantidad de personas que están expuestas a la exclusión social por no poder renovar sus papeles, a causa de la falta de personal en la oficina de extranjería.
Este es un ejemplo de varios a citar. No se concibe una Comunidad Autónoma con un 25% de población migrada en la que una dirección de inmigración brilla por su ausencia. Y la creación de esta oficina no tendría que apuntar a subvenciones, ni a ayudas de ningún tipo para evitar malos entendidos desde ahora.
La apertura de una oficina de estas características ayudaría a visionar los problemas de los colectivos foráneos, y al mismo tiempo, a analizarlos mediante un trabajo transversal con el tejido asociativo en la aplicación de políticas de integración social eficaces, y dicho sea, salirle al paso a discursos que dividen, y que indudablemente, ponen en jaque a la buena convivencia.