Por Faisal Ben-Sebih técnico de Riesgos Laborales de PIMEM
Primeramente, vamos a ver qué es el estrés o ansiedad, como ya hemos hablado anteriormente sobre los riesgos psicosociales, son hechos o situaciones en la organización en el trabajo y esto puede afectar a nivel psicológico y por ente también a nivel físico. La principal causa que provoca estos efectos es el absentismo laboral, éste es un fenómeno actual que se está extendiendo en nuestro mercado laboral. La diferencia entre el estrés y la ansiedad radica en que el estrés es una respuesta al corto plazo siendo su origen en una respuesta reconocida y la ansiedad puede permanecer prolongado en el largo tiempo siendo su desencadenante.
Según datos de la Unión Europea, España es el quinto país de la unión en tener estrés, teniendo así graves repercusiones en nuestra salud y nuestra economía. Las perdidas alcanzadas, solo de enero a agosto, son de 1.350 millones de euros. (cifras de 2022)
¿Cómo afecta esto a una pequeña y mediana empresa? Pueden ser varios factores; mala política laboral, mala organización o ausencia de planes preventivos. Podríamos destacar también por parte de los empleados:
- Falta de motivación de los empleados
- Trabajos excesivamente especializados
- Falta de supervisión del trabajo por parte de las empresas
- Mal clima laboral
- Rotación de personal
- Carga excesiva del trabajo
¿Cómo prevenir el estrés y la ansiedad? Puede haber muchas formas, pero las más significativas son:
Identificación del motivo principal. Una buena forma siempre es tomar nota de los momentos más estresantes.
Hacer ejercicio. Esto ayuda a aumentar la producción de endorfinas que hacen sentirse bien. Hacer deporte aumenta la confianza en uno mismo, es relajante y mejora el sueño, una dieta saludable ayuda a mantener el equilibrio para combatir el estrés.
Conciliación laboral y personal. La desconexión es vital. Siendo imprescindible evitar actividades del trabajo en casa como revisar correos electrónicos, atender a llamadas que no sean urgentes o adelantar tareas. Cuando el trabajo ocupa parte de la vida personal, es vital reflexionar sobre ello.
Autoconfianza. Tener altos índices de estrés tambalean la confianza en uno mismo. Siempre aparecerán dudas e inseguridades sobre el trabajo que afectarán a su resultado.
Fomentar la comunicación. Cuando las situaciones difíciles sobrepasan, compartir con el entorno las preocupaciones es una excelente estrategia par reducir el estrés. Para ello también debe haber un buen clima laboral. Hablar con los seres queridos también son un buen apoyo a la hora de escuchar.
Establecerse objetivos. Han de ser tangibles y perdurables en las capacidades de cada uno. Ponerse metas inalcanzables causa estrés y ansiedad llevando al individuo al fracaso. Alcanzar los objetivos permite avanzar siendo un factor motivador creciendo así el trabajador y el equipo.
Practicar técnicas de relajación. Pararse a respirar en un momento difícil. Saber desconectar durante unos minutos y descansar la mente. El yoga, tai-chi o feng shui pueden ayudar a mantener el equilibrio mental.
Fomentar la motivación personal. Mantenerse motivado es una de las mejores formas de luchar contra el estrés. Si se disfruta de realizar las tareas, de lograr los objetivos que se marcan y se establecen una buena relación laboral, el estrés y la ansiedad se mantendrán alejados.
El retorno que se tiene por cada 1€ invertido por prevenir en estrés y ansiedad es el siguiente:
Por absentismo: El retorno, es este aspecto, es de un 36% ya que su inversión ronda entre 2’5 y 4’8€.
Por productividad: El retorno oscila entre 4 y 6€.
Por accidentes: El retorno en contribución en los costes sanitarios, agravamiento a la seguridad social y enfermedades crónicas oscilan entre 2’3 y 5’9€.
Por sensibilización: Se llegan a recuperar 545€ anuales.