En la presente temporada nos encontramos un incidente en el fútbol base balear, y más concretamente en Mallorca. El padre de un chico en categoría cadete se puso en contacto con el Consell de Mallorca, concretamente, la Direcció Insular d’Esports y con la oficina de los derechos del menor para informar del comportamiento de un club de Palma con su hijo de 15 años.
El club había acordado con el padre del menor que en la pasada campaña, 2017-2018, el chico iba a ser cedido a otro equipo y en la siguiente temporada, 2018-2019, regresaría. Hasta ahí todo normal. Lo esencial en la vida deportiva de un jugador de fútbol es que pueda practicar dicha actividad y divertirse junto a sus compañeros. Pero tras la vuelta del jugador al club empezaron los problemas. El equipo se negó a inscribir al chico, y el padre del menor, atribuye esa decisión a problemas del progenitor con la directiva y no a decisiones de índole deportivo.
El hecho fue denunciado ante las autoridades competentes en la materia. En esa línea, el Consell de Mallorca respondió a los hechos diciendo que tanto la Federació de Futbol de les Illes Balears y los clubes colaboren para que la vida deportiva de los chicos en edad escolar sea lo mejor posible, es decir, que prevalezca el aspecto lúdico y educativo sobre los demás aspectos.
Igualmente, la Federació está desarrollando planes de formación para evitar que hechos como estos ocurran en el futuro, y también lleva a cabo iniciativas para establecer una óptima comunicación entre familiares y miembros de entidades deportivas para el buen funcionamiento de todos los aspectos en la vida deportiva de los jugadores, tanto en edad escolar como en categorías amateurs.
Una de los puntos en los que el Consell hace hincapié es que este tipo de situaciones no se deben permitir y los progenitores deben denunciar cualquier anomalía en el caso de que vean discriminados ante esta este tipo de situaciones. Baleares Sin Fronteras se puso en contacto con este padre de familia que prefiere guardar la identidad, y obviamente la de su hijo.
“Mi hijo se sintió humillado, fue objeto de actitudes vejatorias, discriminatorias y excluyentes, sentí que le rompieron la ilusión, le crearon falsas expectativas”, manifestó el padre, para agregar que mi hijo hizo toda la pretemporada con el equipo y parte del comienzo de la temporada, pero en vista de que no le definían su situación optó por hablar con la directiva. “Me respondieron que siguiera entrenando sin estar fichado y sin tener ningún tipo de cubrimiento por la mutua, lo cual me parece una falta de respeto para con mi hijo”.
Ante este hecho, añade, “me vi abocado a denunciar ante las autoridades deportivas para que este tipo de actuaciones en los clubes no se presente en ninguna disciplina, esto no contribuye a la formación de valores, además el club ha sido notificado con lo cual me siento tranquilo y espero que nadie pase por esta experiencia desagradable”, afirmó el padre del jugador.