El alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, acompañado por el teniente de alcalde de Mobilitat, Toni Deudero, y el gerente de la EMT, Juan José Elías, ha denunciado este jueves en rueda de prensa la “situación de caos” que el anterior equipo de Gobierno ha dejado en la empresa de transportes “con cinco autobuses de hidrógeno que no pueden prestar servicio y otros 80 autobuses que estaban parados por problemas mecánicos, o falta de aire acondicionado”.
El primer edil de Palma ha sito taxativo en relación con los cinco autobuses de hidrógeno inactivos en las cocheras al declarar que “se ha engañado a los ciudadanos. Tenemos cinco vehículos de hidrógeno que han costado casi cinco millones de euros y que no pueden circular por Palma porque no tienen combustible; no hay hidrógeno porque no funciona la central de Lloseta y además no hay manera técnica de poder cargar los depósitos ya que solo se puede cargar un máximo de un 18 por ciento con un autonomía de una hora que prácticamente da solo para salir y volver a entrar en las cocheras”.
A la imposibilidad de poder utilizar los vehículos de hidrógeno por falta de combustible hay que sumar que “nos han dejado una situación de caos en la EMT donde diariamente había más de 80 autobuses averiados que no podían circular. Desde que empezamos a gobernar pusimos en marcha un plan de choque para dar solución a este problema, por lo que en estos momentos hemos pasado de 85 autobuses averiados de media diaria a unos 60 y esto irá mejorando en las próximas semanas”, ha subrayado Martínez Llabrés.
El alcalde de Palma ha apuntado que “también nos hemos encontrado con que había cuatro minibuses parados y sin servicio desde hace 8 meses, minibuses que ya están entrando en funcionamiento. En cuanto a los autobuses eléctricos, había un solo cargador para los 10 autobuses existentes. Hemos revertido la situación y ahora hay 12 cargadores en marcha que ya pueden comenzar a dar servicio”.
Martínez ha hecho hincapié en que Govern y Cort “sabían perfectamente que no había hidrógeno en la isla para cargar los cinco autobuses de hidrógeno. Lo que estamos haciendo ahora es revertir la situación y buscar soluciones para estos autobuses, ya que cada mes que pasa, la ciudad de Palma pierde casi 30.000 euros por el coste de tenerlos parados”.
En este punto ha dejado claro que es positivo hacer una apuesta por las energías renovables y la eficiencia energética “pero las cosas se han de hacer una detrás de otra. La planificación y coordinación deben estar por encima de la propaganda electoral. No se pueden comprometer cinco millones en unos autobuses que no pueden circular y creo que existe una clara responsabilidad política”.
“Creo que ahora nuestra responsabilidad es buscar otras alternativas para poder poner en circulación estos vehículos de hidrógeno. Ahora no hay alternativa, pero estamos estudiando nuevas soluciones”, ha concluido el alcalde de Palma.