El Consell de Mallorca inició hace unos días las obras para eliminar uno de los puntos negros más peligrosos que tenían las carreteras mallorquinas. Se trata de la transición entre el segundo cinturón, a la altura de Son Ferriol y cerca de los depósitos de CLH, con la carretera que conduce al Coll d’en Rabassa, Mercapalma y Fan Mallorca. Había una rasante muy pronunciada que podía hacer que los conductores perdieran el control del vehículo cuando entraban. De hecho, en los últimos años se han producido accidentes con víctimas mortales.
Las obras consisten en suavizar el pronunciado cambio de rasante, que hacía un efecto tobogán, mediante capas asfálticas para mejorar la seguridad en la conducción. También se redistribuirán los carriles mediante marcas de pintura para incrementar la señalización y conseguir que los vehículos reduzcan la velocidad.
Las obras se hacen por las noches para no interferir en el tráfico durante el día y tienen un presupuesto de cerca de 300.000 euros. Se espera que se puedan acabar en las próximas semanas y así se habrá mejorado de forma considerable la seguridad del tráfico en este punto.
Hace unos meses ya se retiraron las barreras “New Jersey” de hormigón y se sustituyeron por un lecho de frenada para obligar a reducir la velocidad en este lugar que discurre por debajo de la carretera Palma-Manacor. Ahora se llevará a cabo la obra más importante que es suavizar el cambio de rasante.
En enero de 2023, la Fiscalía envió un escrito al Consell de Mallorca instando a la institución insular a realizar obras para eliminar este punto negro, a raíz de los graves accidentes ocurridos el 8 de mayo de 2021 y el 17 de septiembre de 2022, con dos y tres víctimas mortales respectivamente.