Por Catalina Cirer Adrover
Consellera de Familias y Asuntos Sociales del Govern de les Illes Balears
Justo ahora que acaban de cumplirse los 100 días de la constitución del nuevo gobierno en el que tengo el honor de desarrollar la responsabilidad al frente de la conselleria de Familias y Asuntos Sociales, puedo decir con total firmeza que estos han sido solo los 100 primeros días de un compromiso inquebrantable con las personas de esta comunidad que más lo necesitan.
Quisimos poner el nombre de familias en nuestra conselleria porque es, desde el apoyo a las familias, sea cual sea su composición, su ideología, origen o religión, desde donde vertebra remos nuestras políticas.
También para aquellas familias que han tenido que desplazarse lejos de sus países de origen por diversas causas, sociales, políticas y/o económicas y también estaremos al lado de las familias lejos de nuestras islas que viven situaciones dramáticas y en ellos volcaremos nuestros esfuerzos de cooperación internacional.
De ahí nuestro compromiso a través de la creación de una dirección general de cooperación e inmigración. Una dirección general centrada en trabajar directamente sobre el fenómeno de la inmigración que ha marcado profunda mente nuestra realidad social y económica.
Nos enfrentamos a desafíos y oportunidades asociados a la llegada de personas procedentes de diferentes partes del mundo, a menudo porque huyen de una inestabilidad política y económica, con consecuencias sociales evidentes. Esta decisión tan importante, la de alejarse de su tierra y de los suyos, debe contar con nuestra atención, debe tener una res puesta por parte de los mallorquines, los menorquines, los ibicencos y los formenterenses, que les debemos acoger con los brazos abiertos. Sin paternalismo ni condescendencia, pero ofreciéndoles aquello que en sus países de origen ahora no les está brindado. Debemos, además, abrirles las puertas a una integración plena en nuestra comunidad desde todos los ámbitos: social, laboral, cultural…
En este sentido, pronto reactivaremos el Consejo asesor para la integración de las personas Inmigrantes de las Islas Baleares, un órgano capital para propiciar el debate participativo respecto a la integración de las personas inmigrantes. Pero también de trabajo, de consulta y de asesoramiento. Un órgano que debe transmitirnos el latir y las necesidades de este colectivo.
También mantendremos las Oficinas de información y orientación para las personas migradas (OFIM) y los casales, el espacio que muchas asociaciones y consulados honorarios necesitan para trámites cotidianos. De hecho, recientemente hemos adquirido el edificio en el que históricamente se ha ubicado la OFIM en Mallorca para facilitar el encuentro y los trámites a todas las personas recién llegadas que lo requieran.
Es fundamental la atención a la población migrante más vulnerable, como los refugiados y solicitantes de asilo. Esta conselleria seguirá del lado de aquellos que huyen de los territorios en conflicto. Seguimos de cerca la situación de Guatemala, por ejemplo, donde en el momento de escribir estas líneas aumentan las protestas exigiendo el respeto del resultado de las elecciones presidenciales. O el caso, distinto, de Ucrania, que lleva camino de cumplir dos años de conflicto. El Govern mantiene su compro miso de ofrecer plazas residenciales a los refugiados de este país o de ayudar a las familias que les acogen.
Como bien dice la presidenta Margalida Prohens, este gobierno es un gobierno de palabra y por tanto, desde estas líneas mi compromiso de seguir trabajando para que las personas de esta comunidad puedan desarrollar su proyecto de vida en plenitud y en las mejores condiciones posibles.
