Por OCU
La crisis energética que se produjo a raíz de la guerra en Ucrania disparó los precios de la electricidad aún más de lo que estaban, pues llevaban un tiempo siendo elevados. Ante esta situación, OCU había propuesto varias medidas para mejorar el mercado eléctrico y lanzó una campaña para que se redujera el IVA de la electricidad, que se amplió después, pidiendo la eliminación temporal de los impuestos a todas las energías.
Finalmente, la situación forzó que el Gobierno tomara medidas para controlar los precios de la energía y la presión de los consumidores logró que se redujeran los impuestos a la energía, rebajando el tipo del IVA al 5%, pero solo de manera temporal. A finales del pasado año, un nuevo decreto prorrogó algunas de esas medidas y fijó un calendario para eliminar otras progresivamente. La reducción del IVA de la luz era una de esas medidas encaminadas a desaparecer.
Queremos IVA reducido, para siempre y sin condiciones
El último Consejo de Ministros de 2023 aprobó que el IVA de la electricidad pasara del 5% al 10% y que se mantuviera ese tipo hasta finales de 2024, siempre que se cumpliera una condición: que los precios del MWh en el mercado mayorista se mantuvieran altos, por encima de los 45 euros/MWh. En concreto, el IVA pasaría a ser el 21% siempre que el mes natural anterior al del último día de facturación el precio mayorista se situara por debajo de 45 euros/MWh. Es decir, todas las facturas que incluyan el consumo de al menos un día de marzo, pasarán a tener el IVA del 21%. Tan solo los hogares con el bono social se libran de este incremento ya que su IVA se mantendrá en el 10% durante todo 2024.
La producción renovable abarata la energía, pero hace subir el IVA
Durante el mes de febrero, la producción de energía renovable, sobre todo, eólica ha sido excepcionalmente alta, debido al paso de varias borrascas con fuertes vientos. Y gracias a ello, se han reducido los precios de la electricidad hasta hacerlos caer por debajo de esa barrera de los 45 euros. En concreto, la media en el mercado mayorista OMIE ha sido de 40 euros/MWh. Como consecuencia, se deja de cumplir el requisito para prorrogar el tipo reducido y el IVA dejará de ser del 10% y volverá a su nivel habitual del 21%.
Un 10% más en las facturas
La abundancia de energía renovable a bajo precio es una buena noticia, pero solo los usuarios que tengan tarifa PVPC u otra tarifa indexada podrían notar esa bajada de precios, que debería aliviar la subida del impuesto. En la práctica no va a ocurrir así o al menos no de forma tan intensa. Un hogar medio con PVPC (4,6 kW y 292 kWh de consumo mensual, esto es, 3.500 kWh al año) pagará 51,64 euros durante el mes de febrero, pero en el momento que incluya consumos de marzo, el IVA aplicado será del 21%: la factura del mes de febrero se elevaría a 56,81 euros, anulando esa rebaja de los mercados.
OCU estima que de mantener el IVA del 21% en el tiempo, la factura de un hogar medio se elevaría 62 euros al año por el cambio impositivo.
Quienes hayan contratado un precio fijo no podrán aprovechar la bajada de los precios mayoristas (al menos hasta su renovación) y sí notarán un incremento directo en sus facturas.
Si se suben los impuestos cuando bajan los precios, los consumidores no saldrán nunca beneficiados de los bajos costes de las energías renovables.
El nuevo PVPC encarece un 14% la tarifa regulada
Aunque los precios de la energía en el mercado diario (OMIE) han bajado sustancialmente, la tarifa regulada PVPC no ha bajado tanto. Su nueva metodología de cálculo ya no depende enteramente de ese mercado diario, sino que otorga un peso del 25% a los mercados de futuros. Con ese “ajuste”, el PVPC del mes de febrero se ha encarecido en un 14%.
El nuevo sistema penaliza la factura de los hogares con PVPC, pues si en el mercado diario hay bajadas, no se trasladan rápidamente. En concreto, con el antiguo cálculo que no incluía ese ajuste de futuros, la factura del PVPC sería de 47,10 euros con el IVA del 10% (51,8 euros con el IVA de 21%). Es decir, el ajuste del mercado de futuros este mes ha encarecido la factura en un 10% (4,53 euros).
Servicio básico a tipo reducido
La energía eléctrica y también el gas deberían tener la consideración de servicios de primera necesidad y disfrutar siempre de un tipo de IVA reducido, del 10% como máximo.
Esta una vieja reivindicación de OCU que se ha reiterado en distintas situaciones. Suministros como el agua ya cuentan con este tipo reducido y en otros países de nuestro entorno aplican también un IVA superreducido al suministro eléctrico. En Portugal y Bélgica, el IVA de la electricidad es del 6%.
Ahorrar con una buena tarifa
Ante esta situación, el refugio de los consumidores es una buena tarifa eléctrica que ofrezca bajos precios y condiciones favorables. Las diferencias entre unas tarifas y otras para un usuario medio (4,6 kW contratados y 3.500 kWh de consumo) ascienden a más de 546 euros al año. Sin embargo, es bastante habitual que las comercializadoras eléctricas den poca publicidad a las mejores ofertas y mantengan en ocasiones poco accesibles sus mejores tarifas.