ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, publicó hoy una directriz sobre el tratamiento que los Estados deben dar a las personas solicitantes de asilo que llegan a sus fronteras de manera irregular. El artículo 31 de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados prohíbe que los Estados sancionen a las personas refugiadas y solicitantes de asilo por haber ingresado al país de manera irregular (en tanto reúnan ciertos criterios).
Esto se debe a que muchas de ellas han huido de sitios en los que su vida corre peligro y, quizás, no conocen otra vía para solicitar protección. Amén de que son pocas las vías regulares y seguras para solicitar asilo, no es fácil obtener documentación ni llevarla consigo mientras se huye del peligro.
La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados señala que las personas refugiadas no deben ser sancionadas por ingresar de manera irregular a un país distinto al suyo, siempre y cuando cumplan con estos tres criterios: (1) provienen directamente del territorio en el que su vida o su libertad corre peligro; (2) se presentan sin demora ante las autoridades del país al que llegaron; y (3) alegan causa justificada de su entrada o estancia irregular. La nota de orientación de ACNUR ofrece una interpretación de estos criterios; particularmente, con respecto al segundo (presentarse sin demora ante las autoridades) y al tercero (plantear razones válidas para haber ingresado sin contar con una visa). De cumplir con estos requisitos, las personas refugiadas y solicitantes de asilo no deben ser detenidas por haber ingresado a un país de manera irregular (ni siquiera para fines de disuasión).
Por otra parte, la orientación publicada por ACNUR habla de las sanciones por tráfico de personas. A grandes rasgos, subraya que las personas refugiadas no deben ser sancionadas si se sospecha o se comprueba que facilitaron o abonaron a la llegada o estancia irregular propia o ajena; como condición, ellas mismas deben haber sido las víctimas de tráfico, o bien su participación se debió a que, por razones humanitarias, buscaban garantizar su ingreso, el de su familia o el de alguna otra persona.
Si bien la despenalización es un principio fundamental del derecho de refugiados, con frecuencia se malinterpreta o deliberadamente se pasa por alto en la práctica: algunos Estados han sancionado a personas refugiadas y solicitantes de asilo por ingresar o encontrarse en su territorio de manera irregular.
ACNUR, por tanto, publicó la orientación en un momento en que se han impuesto más barreras en el acceso al asilo; el propósito es que el derecho internacional se aplique consistentemente. Asimismo, la nota de orientación funciona como un recordatorio de que solicitar asilo no es un delito, sino un derecho humano fundamental y una vía para ponerse a salvo.
Además de instar a los Estados a observar el derecho internacional de los refugiados, ACNUR ha estado abogando por alternativas que no pongan a las personas en riesgo; por ejemplo, ampliar el acceso a vías seguras y regulares.
