Una foto vale más que mil palabras. Y eso quedó patentado en la torrada de confraternidad organizada en la empresa de los García, del polígono Can Valero. Germán, jugador y su progenitor Héctor no escatimaron en atenciones a los integrantes del club. Una velada, quizá, de las mejores para recordar de varias temporadas. Sinceridad, respeto, compañerismo y alegría.