Redacción BSF
Para Víctor Uwagba, la noticia de que haya un grupo político que abogue por la figura de la mediación intercultural “es un motivo de celebración”. Y es que, según su opinión, se necesita conocer los problemas de la inmigración para presentar una propuesta de estas características, pues aquí no se trata de colores políticos, sino de un planteamiento acertado como el del diputado, Juan Manuel Gómez.
Este nigeriano llegado a comienzos del 2000 a la Isla, licenciado en derecho en su país, tiene especializaciones en mediación intercultural en la Universidad Autónoma de Madrid, de Alicante y en la UIB.
Víctor comenzó a trabajar como mediador intercultural en el 2003 en Médicos del Mundo- Baleares para luego dos años después, incorporarse al Ayuntamiento de Palma, donde trabajó en proyectos integradores en las diferentes barriadas de la capital balear de la mano de otras entidades sociales.
Sin tapujos. Lo dice claramente: “La mediación intercultural está infravalorada en estos momentos. No se tiene en cuenta para nada. Solo en el momento en que surgen los problemas”.
Hace un símil en su relato: “actualmente los políticos esperan a suministrar la pastilla para curar la enfermedad. Lo que deben hacer es prevenir los conflictos valorando el trabajo de los mediadores interculturales y en Baleares no se está haciendo bien”.
Si bien es cierto que dentro de la profesión de educador social existe la mediación cultural, resulta que en la práctica, afirma “se pasa de puntillas, y no se profundiza en los verdaderos problemas de la interculturalidad”.
Infortunadamente, Uwagba admite que en los últimos años ha habido un notable retroceso en la gestión integradora de los colectivos inmigrantes en las Islas. A la pregunta de este periódico sobre sus afirmaciones, achaca el problema a que “los gestores políticos hoy por hoy evitan entrar en conflictos cuando se habla de migración”, dentro de sus argumentos esgrimidos afirma contundentemente que a las cosas ahora no se les llama por su nombre. Concretamente, “a la inmigración le cambian la denominación para no incomodar a nadie. Descafeínan los problemas, huyen de propuestas serias porque piensan que la opinión pública y sus oponentes políticos les van a reprochar que nos estén regalando el mundo, hoy en día nadie se quiere comprometer y evitan plantear proyectos de integración social”, refiriéndose a esta autonomía en donde el 25 por ciento de la población es extranjera.
El mediador intercultural africano que actualmente es autónomo trabajando en diversos proyectos, es constantemente invitado a seminarios y conferencias organizados por universidades y entidades sociales. En las intervenciones describe sus experiencias pedagógicas y de integración con grupos de niños, adolescentes y adultos inmigrantes de diferentes espectros sociales.
Expertos en esta temática en las Islas, coinciden en que Víctor es la figura más representativa y una de las voces autorizadas de los últimos años en temáticas de mediación intercultural.
