La Unidad de Trauma del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología de Adultos del Hospital Universitario Son Espases ha realizado con éxito, en España, el primer alargamiento de hueso con un sistema de transporte óseo interno mínimamente invasivo.
Se trata de una técnica pionera en el mundo que se utiliza para tratar grandes defectos óseos de hasta diez centímetros en la tibia o en el fémur. De este modo, se evitan los fijadores externos e, incluso, las amputaciones.
Hasta ahora, el transporte óseo se llevaba a cabo generalmente a través del uso de fijadores externos, lo que provocaba una alta tasa de complicaciones para el paciente (infecciones) y tratamientos muy largos. Gracias a este nuevo implante endomedular, se puede llevar a cabo esta técnica quirúrgica a la vez que se minimizan las complicaciones y las consecuencias que puede conllevar, como los reingresos hospitalarios o las reintervenciones.
El sistema de transporte óseo consiste en un clavo magnético que, mediante un control remoto externo, permite mover con precisión el segmento óseo hasta diez centímetros. De esta manera, se estimula la regeneración ósea.
El 12 de agosto de 2019, los profesionales de la Unidad de Trauma del Hospital Universitario Son Espases pusieron en práctica esta técnica en un hombre de 49 años con una fractura compleja y abierta de la tibia derecha, provocada por un accidente de tráfico. Después de quince intervenciones quirúrgicas en la pierna derecha, el paciente presentaba un defecto óseo de ocho centímetros, con una gran limitación funcional.
Después de catorce meses de seguimiento conjunto por todos los servicios implicados en este caso (Cirugía Ortopédica y Traumatología de Adultos, Cirugía Plástica y Medicina Interna – Infecciosas), se ha conseguido salvar la extremidad del paciente, con un resultado altamente satisfactorio y funcional.
El paciente está muy satisfecho con el resultado, es capaz de llevar a cabo sus actividades cotidianas, puede caminar sin necesidad de dispositivos e, incluso, puede llevar a cabo ciertas actividades deportivas.
Los grandes defectos óseos de la tibia y del fémur, debido a su complejidad y a la alta comorbilidad, suponen un desafío importante para los traumatólogos. Hasta ahora, se disponía de distintos sistemas para la corrección de estos defectos (fijadores externos, placas, clavos), pero ninguno que nos haya permitido llevar a cabo el transporte óseo de manera interna. Este nuevo implante abre una puerta más en el tratamiento de estos casos complejos con extremidades catastróficas y puede ser un arma terapéutica importante para evitar la amputación en los pacientes.