El Regidor de Participación Ciudadana y Gobierno Interior, Alberto Jarabo y la Directora General de Calidad y Población, Delia Bento, han presentado hoy las cifras del padrón de Palma. A fecha de 1 de enero de 2020 la población era de 456.088 habitantes, esto es un 1,59 por ciento más que en el año anterior. Una cifra que, además, pone de relieve como los últimos veinte años la población se ha incrementado un 30 por ciento.
Como novedad este año se ha hecho un análisis retrospectivo de los últimos veinte años y también por periodos de cinco años para conocer así qué peso tienen los grupos de nacionalidad española, comunitaria y extracomunitaria.
El aumento poblacional tiene especial importancia en cuanto a la población extranjera, que ha pasado del 6,3 por ciento del año 2000 al 23,1 por ciento del 2020. Actualmente la población de extranjeros comunitarios es de 11,3 por ciento mientras que el porcentaje de residentes de fuera de la Unión Europea es del 11,4.
Las cifras también reflejan como más de la mitad de los nuevos residentes a Palma durante el último año son extranjeros mientras que el 70 por ciento de los emigrantes de Ciudad son de nacionalidad española. Del 30 por ciento restante, de nacionalidad extranjera, casi la mitad emigra en otra localidad de las islas Baleares.
Entre las conclusiones que se extraen destaca que es la primera vez en los últimos diez años en que se produce una bajada de los residentes españoles mientras que, por otro lado, aumentan los residentes de países europeos (principalmente de Italia, Rumanía y Reino Unido), grupo que ha tenido un aumento significativo los últimos quince años.
Destaca, también, un importante incremento de residentes procedentes de países sudamericanos, especialmente de Colombia, Argentina y Venezuela, una tendencia que se refuerza especialmente entre los años 2018 y 2020. Desde el año 2018 también se experimenta un ligero aumento de habitantes de países africanos. Los residentes de países asiáticos aumentaron de manera moderada pero importando a nivel porcentual.
En cuanto al nivel académico y la nacionalidad el análisis muestra que la emigración que se produce está muy vinculada al sector Servicios, son los llamados “emigrantes económicos”: con titulación mediana- superior, procedentes de los Estados Unidos, Rusia y Venezuela. Mientras que los emigrantes sin ningún tipo de formación académica proceden de Mali, Senegal y Nigeria.
Las barriadas de ciudad en que más han aumentado el número de habitantes son Foners, Son Gotleu y Pere Garau. Es precisamente en estos barrios donde viven más extranjeros extracomunitarios, un hecho que muestra la segregación con el reparto desigual de la población y sitúa a los residentes comunitarios en barriadas donde más aumenta el porcentaje relativo como son Son Vida, Monti-Sion y Sindicato.
Como novedad este año se ha incorporado el análisis de las barriadas con más población joven y envejecida, por número de miembros a la unidad familiar y por densidad, un hecho que ha permitido, entre otras cosas, redimensionar los servicios de seguridad y sanitarios por necesidades motivadas por la COVID-19. El informe de este año elaborado por el jefe de servicio de Población, Tomàs Lladó, ha incorporado, así mismo, más de seis tablas y once gráficos nuevos.
De acuerdo con esto se extrae que Son Espanyolet, Son Anglada, Establiments y s’Indioteria ¿todas ellas barriadas que pertenecen en las zonas rurales de Palma- son las que concentran mayor porcentaje de residentes mayores de sesenta y cuatro años, mientras que las que tienen menor porcentaje son Sa Teulera, Son Gotleu, Son Xigala, Son Rutlan y Son Riera (Son Banya). Por otro lado, los barrios con más jóvenes menores de quince años se concentran a Pere Garau, Buenos Aires y Son Gotleu.
Otro de los parámetros que se ha introducido sirve para saber cuáles son las barriadas con mayor y menor número de miembros en la unidad familiar, para determinar el índice de cohabitación. Entre las que tienen más miembros encontramos Sa Teulera, Son Peretó, Son Gotleu y Son Rapinya. Al otro lado encontramos barrios como El Jonquet, Sindicado, Cort, Cala Mayor y San Jaime donde la media se sitúa entre uno y dos residentes por vivienda. Este hecho hace patente la polarización de la ciudad entre las zonas del extrarradio y el centro.
Las barriadas con mayor índice de densindad poblacional han sido objeto de especial atención durante las diferentes fases del estado de alarma: Son Ximelis, Pere Garau, Camps den Serralta, Son Gotleu y Marqués de la Font Santa. Son las zonas donde hay una mayor concentración de habitantes, un dato importante a la hora de determinar la capacidad de circulación de peatones durante la COVID-19.
Para el regidor Alberto Jarabo “el hecho de conocer en detalle la evolución de los datos de la población nos permite concretar políticas que mejoren la vida de las barriadas. Hemos colaborado estrechamente con la policía durante el estado de alarma para facilitarlos información que los permitieran garantizar la seguridad de todo el mundo”