Las Illes Balears han acogido 526 refugiados desde que se abrieron en 2016 y 2018 los dos centros de acogida que hay en Mallorca: el de Platja de Palma y el de Son Rapinya, gestionados por la Cruz Roja. La consellera de Afers Socials i Esports, Fina Santiago, reivindica el compromiso solidario y responsable del Govern con las personas que se ven obligadas a dejar su casa. La consellera ha afirmado que ”Con el Govern progresista las Illes Balears están en la Red de Atención a los Refugiados asumiendo un compromiso de pueblo solidario y responsable frente al sufrimiento de millones de personas que tienen que dejar su casa por varios motivos”.
Del total de 526 personas que han estado en uno de los dos centros de las Illes Balears desde su apertura, 314 son hombres, 212 son mujeres y 144 son niños. La mayoría de ellas procedían de Venezuela (160), Colombia (123), Siria (69) y El Salvador (65). Los dos centros de refugiados están cedidos por la consejería de Afers Socials i Esports a Cruz Roja y el proceso de asignación de plazas depende del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social a través del Sistema Nacional de Acogida e Integración.
Cooperación internacional
La tarea de la conselleria de Afers Socials en esta materia tiene una doble vía: la Red de Atención a los Refugiados y las políticas de cooperación internacional. Por este motivo la consellera asegura que ”la cooperación internacional siempre ha sido un instrumento de justicia social. Hay que recordar que los campamentos de refugiados más importantes del mundo y los países que acogen más refugiados no son europeos, como muchos podrían pensar, son países del sur. Por eso una de las líneas de cooperación que desarrolla el Govern es dar apoyo económico y técnico a los países que acogen a personas desplazadas”.
En los últimos cinco años el presupuesto destinado a proyectos de cooperación con personas refugiadas en países del sur ha sido de 3.550.000 euros. Las políticas de cooperación al desarrollo que lleva a cabo la Conselleria d´Afers Socials i Esports contribuyen a dar estabilidad en los países empobrecidos, con el objetivo de evitar situaciones de conflicto armado o crisis humanitarias, que son los principales generadores de personas refugiadas.
La Dirección General de Cooperación también ha desarrollado proyectos específicos con personas refugiadas en países como Burundi, Colombia, República Democrática del Congo, Jordania, Líbano, Palestina o la República Centroafricana, con el objetivo de proteger la vida, los derechos y la dignidad de las personas, y de garantizar su subsistencia y los servicios básicos. Pero el principal esfuerzo con este colectivo tan vulnerable se ha hecho en los campamentos de refugiados de Tinduf, donde hace más de veinte años que el Govern financia proyectos para la gente del Pueblo Saharaui.
La atención a las mujeres refugiadas, que son víctimas de una doble discriminación, es uno de los ejes prioritarios de trabajo desde el 2019, gracias a la colaboración con el Institut Balear de la Dona a través del Pacto de estado contra las Violencias Machistas.