Por Álex Pomar
Hablamos con el presidente de la ‘Asociación Cultural Cubana-Latinoamericana en Baleares’, William Hart, quien comenta cómo ha afectado económica y socialmente la pandemia del COVID-19 a la comunidad cubana residente en Baleares.
Esta asociación, ha formado parte de la iniciativa de la ‘Plataforma por la Inmigración’, que puso a disposición de los diferentes colectivos, números de teléfono tanto de Ayuntamientos como de asociaciones sin ánimo de lucro un servicio de reparto de alimentos, especialmente en los momentos más complicados del confinamiento.
Una de las actividades que más demanda tuvo al principio de la pandemia, fue la ayuda recibida por los voluntarios de Manos Solidarias, que repartió alimentos entre algunas familias cubanas.
De igual manera, esta asociación se preocupó de los cubanos residentes en Baleares, que vieron en este tipo de iniciativas un desahogo al no contar con recursos económicos suficientes para adquirir productos básicos.
Una queja que nos trasladó Hart, y que es compartida por la gran mayoría de colectivos de inmigrantes residentes en las islas, es la preocupación por falta de acuerdo entre la clase política para que se pueda tramitar de una forma más ágil la documentación necesaria para poder trabajar o estudiar. Él considera que es necesaria una regularización de inmigrantes que no tienen papeles y por ende no pueden trabajar.
Agrega que cuentan con muchos profesionales en diferentes áreas y no pueden acceder a un mejor puesto de trabajo. Una problemática similar viven artistas, que siendo autónomos, han perdido sus empleos y no consiguen un contrato a causa de la pandemia. “Los empresarios no están en condiciones de hacer contratos por la situación económica”.
El líder cubano ahondó en las personas dedicadas al mundo del espectáculo, sobre todo en las zonas turísticas, “hay mucha gente mayor que ha quedado desprotegida, llevan trabajando en Baleares desde hace bastantes años”.
De los 5.000 cubanos residentes en nuestra Comunidad Autónoma, el presidente de la ‘Asociación Cultural Cubana-Latinoamericana en Baleares’, se hizo eco de otra preocupación de muchos que son residentes pero no ciudadanos, y que no pueden participar de las elecciones presidenciales y regionales.
En medio de todas las dificultades, un motivo de alivio para los cubanos es que hasta el momento no se ha contabilizado ningún caso de coronavirus entre “ningún compatriota”, además Hart elogia el excelente servicio en los hospitales de Baleares cuando sus connacionales han acudido a la sanidad pública, algo que se agradece en estas convulsas épocas.
Un planteamiento de Hart se centra en la colaboración entre los colectivos de inmigrantes de diferentes nacionalidades, sobre todo apuntando a los dirigentes de las asociaciones para encontrar propuestas sociales de las problemáticas existentes en sus comunidades actualmente.
