Tras los discursos políticos de tendencia anti inmigratoria y el reciente auge de la tendencia ultraderechista entre la población española, funcionarios estatales con total conocimiento de causa en la materia se están pronunciando:
“Somos funcionarios y estamos hartos de oír que los inmigrantes tienen más ayudas”Hace poco uno de ellos, que lleva 20 años trabajando como informador en el Instituto Nacional de la Seguridad Social y, por tanto conoce al dedillo los requisitos para cada prestación y gestión, ha expresado cargado de autoridad e indignación que: “es falso que los extranjeros tengan ayudas o beneficios ajenos a los de los españoles”
La razón del hartazgo es la de “oír cómo los políticos dicen mentiras absolutamente comprobables que calan en la población”. Otros funcionarios también se han dejado oír para dejar claro que no, que tampoco en sus áreas y departamentos se conceden ayudas a los inmigrantes por el mero hecho de serlo: “En el SEPE (o INEM) no hay absolutamente ninguna prestación que diga que es para extranjeros. Ni el desempleo, ni la prestación asistencial ni la renta mínima de inserción… Nada.”
“Llevo más de 20 años aquí y ha habido muchos cambios, pero nunca ha habido una sola ayuda que beneficie a los inmigrantes. Se favorece a la gente por sus condiciones, no por su nacionalidad. Si cumples unos requisitos, cobras. Punto, no hay más”.
“Es que si se discriminase por nacionalidad sería directamente inconstitucional”, “Lo que pasa es que muchas veces son más pobres. Por eso a algunos españoles que se quejan les diría que lo que tienen que hacer es empobrecerse, que prueben a vivir como ellos, en pisos más baratos, sin trabajo fijo… Y cobrarán esas ayudas”.
Las prestaciones de emergencia social que se otorgan (suministros, alquiler, material escolar…) son las más susceptibles de sufrir este tipo de prejuicios precisamente por ir dirigidas a personas vulnerables. Sin embargo, los funcionarios especializados en prestaciones los desmontan fácilmente:
“Lo que ocurre es que cuando una persona es de fuera tiene menos arraigo y menos opciones. No tiene una familia que la ayude con el alquiler o una madre que ponga de comer a sus hijos, y no les queda otra que recurrir a los servicios sociales. Por eso parece que tienen más, pero realmente el porcentaje de ayudas a personas españolas e inmigrantes es muy parecido”.
Según datos de Amnistía Internacional, el uso en España de los servicios sociales por personas extranjeras no pasa del 12,5%. Tampoco en la Agencia Tributaria hay ninguna exención que beneficie a los extranjeros, confirma otra funcionaria que prefiere mantenerse en el anonimato:
“Realmente, debería ser innecesario tener que aclarar esto. Es una obviedad y es increíble que haya tanta gente que piense que no es así”.
Los extranjeros sí han perdido algunas
prestaciones por su nacionalidad
Así sucedió con la eliminación de la sanidad universal durante la crisis. Nos lo recuerda además un administrativo de un hospital de Barcelona durante más de 20 años, quien denuncia que las salas de espera tampoco están libres de conflicto: “Urgencias suele ser el mayor foco de problemas, porque cuando ven que una persona africana pasa por delante del resto se indignan. Lo que no entienden es que no es la nacionalidad la que tiene preferencia, sino la patología”.
Según datos de Amnistía Internacional, la población extranjera supone solo el 6,5% del gasto sanitario, tres puntos menos que su porcentaje de representación en la población, aunque aportan igualmente a su mantenimiento.“Las personas inmigrantes contribuyen a su financiación, que en España proviene de impuestos como el IRPF, el IVA u otros especiales. De hecho, incluso las personas en situación irregular la están financiando cuando pagan por productos o servicios”.