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jueves, diciembre 26, 2024
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    Teresa Caballero, boliviana residente en Mallorca, continúa luchando judicialmente para aclarar la muerte de su hija a manos de su pareja

    Luego de denunciar el caso en los medios de su país y en BSF en octubre de este año, la investigación apunta también a tráfico de influencias por parte de su consuegra.

    En octubre pasado, Baleares Sin Fronteras hacía eco de la noticia de una madre boliviana residente en Mallorca desesperada por aclarar los hechos de corrupción que precedieron a la muerte de su hija a manos de su pareja en su país de origen. La idea inicial de Teresa Caballero era que su primogénita, Aracely Aguilera Caballero viajara a España. “Le tenía todo arreglado para que se viniera a la Isla, pero ella prefirió quedarse allí con ese hombre que acabó para siempre con sus ilusiones”, para añadir que su yerno se la “robó cuando su hija aún era menor de edad, “le hizo promesas falsas para evitar que viajara a Mallorca y mire como terminó”.

    Actualmente a Teresa, le preocupa obtener la patria potestad de sus dos nietas, la más pequeña tiene apenas un año, cuando su madre murió llevaba dos meses de nacida, y la otra ya ronda los tres años. Para la abuela el hecho de que sean tan pequeñas “constituye un verdadero drama y estoy luchando judicialmente para poderme traer a las niñas a Mallorca, cuya guarda legal provisional está en manos de su consuegra Nancy Rojas”.

    El crimen de Aracely es otro de los miles de casos de violencia de género que traspasa todas las fronteras. La noche del 30 de octubre de 2016 en la localidad boliviana de Muyupampa, Mayber Rodas en completo estado de ebriedad la emprendió a golpes contra la joven de 21 años, los forenses dictaminaron que había fallecido por traumatismo craneoencefálico por golpes o caídas. Ese mismo día el agresor fue puesto a disposición judicial como principal sospechoso del crimen y hoy en día sigue privado de la libertad.

    Pero la tragedia de Teresa Caballero no terminaba con la muerte de su hija. En su viaje a Bolivia para esclarecer los hechos se encontró con la desagradable noticia que la identidad de la fallecida había sido suplantada para cobrar un cheque por un importe de medio millón de bolivianos equivalente a 35 mil euros, una cifra nada despreciable en el país del altiplano sudamericano.

    En su relato añade que desde un comienzo sospechó de que se trataba de una trama delincuencial tal y como con el transcurrir de los días lo confirman las investigaciones judiciales.

    En medio de su luto se vio abocada a recabar pruebas para demostrar que se trataba de un complot de su consuegra, Nancy Rojas, madre del presunto asesino, que en aquel entonces era directora de gestión social de la Gobernación de Chuquisaca.
    El diario Correo del Sur de Bolivia cita en uno de sus artículos que la situación se tornó aún más difícil cuando un representante de un productor de maíz de Muyupampa, le pidió que aprobara el enlace matrimonial de su hija ya fallecida, con su expareja para que se declarara heredero y pudiera cobrar el cheque por una venta de semilla a la Gobernación de Chuquisaca.

    A partir de ese momento Teresa Caballero comenzó a atar cabos, e incluso descubrió la existencia de otro cheque a nombre de su hija que fue cobrado antes de su muerte. Esta hipótesis sumada a las otras pruebas le llevan a asegurar que la identidad de su hija estaba siendo suplantada en una trama de tráfico de influencias orquestada por la propia Nancy Rojas, que “aprovechando su alto cargo en la gobernación utilizaba esta serie de artimañas para beneficio propio”, afirma Teresa Caballero.

    Tras la denuncia presentada en los medios de prensa de su país y en Baleares Sin Fronteras, la justicia boliviana, a través de la Fiscalía formuló la imputación formal y pidió la detención preventiva de Nancy Rojas por la presunta comisión del delito de tráfico de influencias.

    La investigación no descarta que en este caso de corrupción figuren otros nombres de implicados, sin embargo, no la han detenido y la propia madre de Aracely se ha puesto en contacto con este periódico para denunciar favorecimiento a Nancy Rojas, a quien se le acaba de suspender una audiencia prevista para el 4 de diciembre sin ningún motivo jurídico de peso, lo cual “confirma que esta señora debido a su cargo está siendo protegida por altos cargos políticos, la justicia en mi país es solapada y algo me dice que desde la propia gobernación se están manejando artimañas para que el asesinato de mi hija quede en la impunidad, pero no descansaré hasta demostrar lo contrario. No puede ser que una persona que esté imputada continúe en el cargo como si nada ocurriera”.

    Por el momento, Teresa Caballero, residente en Mallorca desde el 2005, espera que la justicia le otorgue la patria potestad de sus dos pequeñas nietas para traerlas a la Isla.

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